Mina Modi, una niña neoyorkina se ha desarrollado en una idea de negocios novedosa y muy útil en la actualidad, en la que la era de la tecnología ha provocado que cada vez más personas y hasta consorcios millonarios, o en su defecto, gamers tengan que proteger información privada en línea, como cuentas en prestigiosos juegos de red, cuentas bancarias, correos electrónicos y flujos de información.

Modi es una programadora que se ha ganado una creciente popularidad gracias a las contraseñas digitales que vende a sus clientes, las cuales logran ser prácticamente indescifrables y garantizar seguridad informática. La oferta de este tipo de claves se ha convertido en un oficio para muchos que conocen códigos, descifran criptogramas y ofrecen una reducción de riesgos de filtración importantes, tanto así, que grandes compañías de juegos en línea han acudido a ella.

Esta pequeña se ha convertido en una de las más buscadas en esta área, y ello se debe a que sus contraseñas, las cuales comercializa por apenas dos dólares cada una en su propio sitio web, no pueden ser hackeadas, de hecho se han realizado pruebas con mil computadoras conectadas y no pudieron descifrarlas.

Modi manifestó que utiliza un diseño cifrado llamado Diceware, el cual aporta una seguridad extra a su trabajo , al crear códigos que no pueden ser desenredados con facilidad, nisiquiera por los mismo creadores de la clave y es también usado por muchos de sus colegas alrededor del mundo. Dijo que Diceware se fundamenta en el principio de lanzar un dado en cinco oportunidades y anotar los cinco resultados para luego calcular sus paralelismos en un directorio de palabras. El procedimiento debe realizarse aproximadamente diez veces para acumular un gran cantidad de frases sin sentido aparente y, a partir de estas, crear la contraseña

Allí mismo es donde radica su dificultas, debido a que es improbable que el dado de el mismo resultado cinco veces y, además hay que cambiar la lista de palabras cada vez que se ejecuta la secuencia.

En sus propias palabras, este don lo heredó de su madre, una comunicadora dedicada a la investigación de temas de privacidad y señala que decidió dedicarse a estos para ayudar proteger la intimidad de millones de personas en todo el mundo.